El estrés es considerado el mal del siglo y aunque hablamos de él constantemente, no conocemos su significado. El estrés es una defensa biológica de nuestro cuerpo que activa el sistema simpático y parasimpático, si lo vemos desde el punto de vista de la biología animal es una herramienta muy útil que les permite reaccionar de manera adecuada ante las situaciones de peligro, como por ejemplo la presencia de un depredador, se activan estos sistemas y la adrenalina producida prepara al animal para la huída o el ataque, logrando así una mayor supervivencia de la especie. En los seres humanos este proceso es bastante similar, sin embargo las presiones cotidianas principalmente aquellas que tienen que ver con la adquisición de dinero, nos mantienen en una presión constante de miedo y estrés que liberan epinefrina, noradrenalina y cortizol, lo cual puede ser muy útil en una situación emergente como la reacción adecuada frente a un accidente, pero si esos niveles hormonales se mantienen altos lo único que consiguen es alterar nuestro aparato inmunológico y arruinar nuestra relación de pareja.
Cuando llevamos nuestro estrés laboral a casa lo más probable es que suframos tensiones con la pareja y la familia. Este comportamiento es normal ya que emocionalmente con ella es con quién más a gusto nos sentimos y sabemos que nos soporta. Pero: ¿es justo para la pareja y para nosotros mismos hacernos esto? Obviamente no, lo primero es recordar que cuando nos enojamos en casa por alguna situación cotidiana no es eso lo que realmente nos molesta, sino el estrés del trabajo, para esto hay que estar muy atentos a lo que pensamos y sentimos, debemos ser honestos con nosotros mismos y aceptar el hecho de que las presiones del trabajo hacen que nos comportemos diferente. El estrés es miedo y ese miedo es lo que nos aleja del amor. Recordemos que lo opuesto al amor es el miedo y si lo sentimos es porque no estamos amándonos, generalmente cuando esto sucede tendemos a echarle la culpa de todo lo que sentimos y de todo lo que pasa a los demás, la pareja por ser la más cercana es quién recibe toda nuestra proyección de culpabilidad, de manera muy injusta y cómo en la escuela ejercitamos nuestra inteligencia racional más no la emocional, esto se convierte en un problema mayor, ya que la contraparte tampoco lo sabe.
La respiración es fundamental, al hacerlo logras centrarte, pero es importante que recuerdes que la respiración profunda no es en el pecho, sino dos dedos bajo el ombligo, usando el diafragma podemos perfeccionar está técnica. Cuando perdemos los estribos no respiramos, por ende no entra suficiente oxígeno al cerebro. Con una buena respiración el uso de nuestra voluntad aumenta, y eso nos permite tomar buenas decisiones.Muchos se preguntarán cómo se puede manejar una pareja estresada, la respuesta es muy sencilla: con amor, una persona que reacciona agresiva es porque pide a gritos ser amada y aceptada. Cuando hablo de esto mucha gente me increpa diciendo, pero eso no le deja ninguna lección a tu pareja, entonces me permito recordar que en la pareja hay igualdad no son niños que deben ser educados, los adultos hablan no se castigan entre si, esa es una visión de lo llamamos "justicia", lastimosamente tiene asombroso parecido con la venganza, nada más alejado del amor, solo meditenlo por un momento.
Aprendan a comunicar sus inquietudes sin ser groseros o hirientes, no podemos pedir algo si primero no lo damos. En este caso también es importante respirar para no caer en la tentación de perder la paciencia. La idea es comunicarnos sabiamente a través del amor, no es lo mismo criticar y enojarse que decir las cosas suavemente y con cariño, sin exaltarnos, porque no podemos esperar que la ira del otro descienda al ver la nuestra, solo empeoraríamos las cosas y es ahí donde debemos ser concientes que somos artífices de nuestras propias vidas, porque decidimos cómo queremos vivir, si en paz o en el sueño del infierno.
Solo tengan presente que el tiempo que están enojados con su pareja, es valioso tiempo que no compartieron amándose y fue desperdiciado.
Una buena práctica es salir a la naturaleza para desfogar toda esa energía contenida, hacer deporte al aire libre los fines de semana, y dejar totalmente el estrés de lado, nada con presión ni horarios, aprendan a ser libres de estas ataduras del mundo actual, si las cosas no salen como esperan, respiren, siempre hay una razón, una causalidad.
Recomiendo practicar la meditación, yoga, o tahi chi, estas prácticas orientales ayudan a fortalecer nuestra corteza prefrontal, dándonos las herramientas para lograr sacar poco a poco el virus del estrés de nuestras vidas.
Si sienten que necesitan ayuda para manejar su propio carácter, pueden contactarme
heyandradebon@hotmail.com
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para aquellas personas fuera de la ciudad o el país que deseen una cita también lo pueden hacer vía skype.
Un abrazo en Luz
Heyliette
