martes, 2 de febrero de 2016

UNA LECCIÓN DE VIDA

Hoy quiero dedicar este blog a alguien que me dejo muchas lecciones de amor,  que ahora puedo mirar con la sabiduría que nos dejan los años. Tal como Rosa Montero creo que escribir es una de las mejores terapias y en esta ocasión estas palabras sanan mi alma, todo esto no es algo de hoy, de la circunstancia,  siempre lo he pensado y lo he compartido. Por su puesto yo no escribo como él, pero este es  mi homenaje.
Él es parte de mi sistema familiar aunque no tengo vínculos de sangre, es ahí donde uno entiende que todos estamos unidos por un hilo invisible que nos junta para tejer una fina telaraña de aprendizaje.
Mi tío político el padre de mis primos, un hombre que a primera vista era distante, parco, quizá inalcanzable, sin embargo durante muchos años pude conocerlo, de a poco e ir atando cabos comprendiendo su hermosa historia. 
Así cuando llegó a la familia no fue bien recibido, para la abuela no era el mejor yerno, es un tema delicado,  en el muchos se sienten identificados estoy segura, pero él sabía quién era y lo que valía y no tuvo miedo y al pasar los años se ganó el respeto y cariño de todos, sobre todo el de la abuela la gran matriarca, cuidó de ella, se ocupó en silencio sin hacer alarde de aquello, prueba para mí de su calidad de ser humano, no todos entendemos que es ¨ser humano¨, aunque parezca lógico.  Lo más bello de esto es que él no creía en Dios, sin embargo su vida fue un ejemplo de amor incondicional, como cualquier cristiano desearía llevar, pero él lo hacia desde el corazón,  no por demostrar nada, menos aun por temor.
Cuando yo era adolescente salía con mi primo y sus amigos,él  me cuidaba en silencio siempre estaba preocupado, lo recuerdo serio sentado en la sala de su casa, esto lo vi incluso cuando ya era mayor de edad y volvíamos de los bares de moda, era lindo saber que estaba.
Fue pasando el tiempo, y el arte que era su vida fue siendo afín a la mía  y claro entendí mejor su manera de ser y lo respeté, su conocimiento era amplio, amaba tanto los libros y  tenía muchos, leí algunos de los que tenía en su biblioteca personal,  muy grande por cierto, también debo confesar me quede con alguno...que otro.
Cuando fui mamá, tres veces,  siempre me visitó y fue generoso con los recién nacidos, sin tener un motivo aparente, solo la simple y llana humanidad, el compartir la alegría.
 Nunca dejó de sorprenderme, su actitud tolerante ante la vida, actitud que no siempre entendimos,  pero a todos en nuestra familia nos  dejó de lección:  El verdadero perdón de los agravios y el amor hacia su familia, el ejemplo de vida con legado. 
Hoy lo comparto con todos para que su historia nos lleve a reflexionar sobre nuestra relación con los nuestros, con la familia política y las personas que nos rodean, para dejar sentado que nuestro paso por la vida del resto siempre tiene un sentido, hagamos que nuestra vida deje huellas,  cómo las de él...


Por todo eso siempre te llevaremos con amor en nuestros corazones



Hasta siempre Manuel querido!

1 comentario:

  1. Buen día estimada doctora:

    Espero se encuentre bien en su hogar, debo reconocer que no soy muy disciplinado aún con tanta información que llevo a diario, pero cuando paso por aquí, por ejemplo; me llevo gratas sorpresas. Gracias por compartir su historia que es la de muchos. Abrazos!

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